1. Adobe se queda atrás

Melius Research degradó recientemente la acción de Adobe de «mantener» a «vender», con una meta de precio reducida de 400 a 310 USD. La presión viene de tecnologías de IA que están transformando el software, con competidores como Canva, Figma y Runway ganando tracción. El valor se desplaza hacia gigantes de infraestructura como Microsoft y Oracle.

2. Oportunidades en infraestructura y centros de datos

Vertiv y Applied Digital están capitalizando el crecimiento en la construcción de centros de datos impulsados por IA. Vertiv reportó más de 3 mil millones de USD en órdenes trimestrales y un backlog de 8.5 mil millones USD (+21 % interanual). Applied Digital subió hasta un 31 % tras reportar sólidos resultados.

3. CoreWeave: crecimiento con alerta

CoreWeave vio cómo sus acciones caían hasta un 11 % en operaciones fuera de hora pese a triplicar ingresos con respecto al año anterior hasta 1.2 mil millones USD. El factor crítico: pérdidas mayores a lo esperado (~291 M USD). Sus inversiones masivas en infraestructura (capex de 2.9 mil millones USD) y planes de adquisición añaden volatilidad.

4. Auge de vehículos emergentes como Ouster

Ouster, fabricante de sensores LiDAR para aplicaciones de IA física (vehículos autónomos, maquinaria industrial, ciudades inteligentes), aumentó sus ingresos un 30 % interanual hasta 35 M USD y entregó 5,500 sensores. Analistas como Rosenblatt y Oppenheimer mejoraron sus previsiones: el mercado de LiDAR se proyecta alcanzar casi 10 mil millones USD para 2032.

5. SoftBank se recupera gracias a IA

SoftBank revirtó pérdidas y reportó un beneficio trimestral de 421.8 mil millones de yenes (~2.9 mil millones USD), impulsado por sus inversiones en IA (Nvidia, OpenAI) y aumento en ingresos corporativos (+7 %).

Conclusión personal

El panorama de inversiones en IA se está redefiniendo: mientras empresas de software tradicional como Adobe sufren, los protagonistas están en infraestructura y tecnologías adyacentes que respaldan el crecimiento exponencial de IA. CoreWeave destaca por su ambición, aunque con riesgos altos; mientras que firmas emergentes como Ouster representan apuestas disruptivas con alto potencial. Una estrategia inteligente hoy implica diversificación entre infraestructura consolidada y nichos especializados.