IA, liderazgo y euro digital: el IEB debate el futuro financiero
La XXXIV Jornada GREF del IEB reunió a líderes del sector en torno a la formación financiera del mañana.
El Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) celebró la XXXIV Jornada GREF con más de un centenar de asistentes (un 20 % en remoto), bajo el lema “Aprender, innovar, crecer: juntos hacia el futuro”. El evento puso sobre la mesa los principales desafíos del sector financiero: talento, transformación digital y adaptación normativa.
Pilares de la formación del futuro
Álvaro Drake, del IEB, identificó tres ejes clave del nuevo aprendizaje corporativo:
- Modelos híbridos que combinen presencialidad y digital.
- Integración de tecnología, especialmente gestión de datos e inteligencia artificial.
- Un enfoque sostenible que considere el impacto a largo plazo.
La IA con alma humana
En la mesa dedicada a IA, Ramón García Espeleta (CaixaBank) afirmó: “Tenemos que estar nosotros detrás de la IA, para ponerle alma”, mientras que Emilio del Águila (GREF) añadió que la IA “ha venido para ayudarnos, deberíamos integrarla como un elemento más del equipo de trabajo”.
Medición, liderazgo y métodos ágiles
José Ignacio Mora Márquez (CaixaBank) subrayó la importancia de definir los KPI antes de implementar proyectos con IA. Beatriz García-Figueras (BBVA) reflexionó sobre el nuevo concepto de liderazgo: ya no se trata de un cargo, sino de guiar el cambio de forma humana y sostenida.
Euro digital y tokenización
Alfredo Muñoz García explicó el impacto del euro digital: transacciones online con dinero tokenizado y programable; también mencionó la tokenización de activos como acciones y bonos. Estas innovaciones avanzan hacia una nueva arquitectura financiera más automatizada y eficiente.
Conclusión personal
Este tipo de encuentros demuestran que la formación financiera del futuro no se fundamenta solo en contenido académico, sino en construir líderes capaces de integrar tecnología sin perder humanidad. La IA y el euro digital prometen acelerar la eficiencia, pero su verdadero valor emerge al colocarlos al servicio del talento humano. El desafío real es formar personas que puedan dar “alma” a las herramientas más avanzadas, sin dejar de medir resultados y liderar con propósito.
